Clúster del deporte...
Pedaleando por Cundinamarca
Accede a la información que necesitas
Aquí encontrarás, de manera sencilla, la información de tu interés.
Centro de atención y ayuda
Accesibilidad
Califica tu experiencia
Clúster del deporte...
Deporte, recreación y actividad física
Deporte, recreación y actividad física
- Informacion del sector
- Turismo
- Deporte, recreación y actividad física
- Ciclos de Fortalecimiento
- Pedaleando por Cundinamarca
- Media Maratón Cundinamarca
Ruta de Chingaza
La Calera – Parque Chingaza
Nivel de complejidad: ◉◉◉◎◎
Esta ruta viaja a través de algunos de los paisajes más impactantes de la región, incluidos los bosques nubosos de gran altitud y los páramos en peligro de extinción que proporcionan el 70% del suministro de agua de Bogotá. Es una travesía a las entrañas de la fábrica de agua más importante del país, que tiene como punto culmine el hermoso Parque Nacional Chingaza, en un páramo de alta montaña a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, que solo existe en el este de África, América Central y América del Sur.
Con el 93% del trazado sin pavimentar, este recorrido de 51.5 kilómetros es ideal para bicicletas de montaña, preferiblemente. Inicia en el parque principal de La Calera y termina en la entrada del Parque Nacional Natural Chingaza, en una vía que intercala caminos de tierra y grava con un tramo ocasional de pavimento.
En el transcurso del viaje se desarrolla una historia de múltiples capas que, nuevamente, tiene su origen en las antiguas tradiciones del pueblo indígena muisca que una vez habitó en la zona. Se dice que el nombre de La Calera se origina por la piedra caliza que los muiscas utilizaban para la construcción de sus casas siglos atrás. Esa práctica la heredaron después los campesinos y luego se convirtió en el motor de una industria que extrajo toneladas de sedimento para la fabricación de cemento y que rápidamente edificó el emporio de la cementera La Siberia, donde operó la primera fábrica de cemento que tuvo el país, Cementos Samper, inaugurada en 1933 y clausurada en 1998 a raíz de la recesión económica de la época.
Muchos dicen que en los escombros de la antigua iglesia y las decenas de casas abandonas y carcomida por el polvo ocurren fenómenos paranormales, lo cierto es que este punto se ha convertido en uno de los referentes para los ciclistas que vienen de La Calera pues es allí en donde los pedalistas desvían hacia la izquierda por la vía Santa Elena-Chingaza, para empezar el acenso hacia el Parque Natural Nacional Chingaza.
Son aproximadamente 15 kilómetros de subida constante entre las ruinas y el letrero que dan la bienvenida al Parque. Este tramo tiene algunas rampas de doble dígito al inicio, más exactamente sobre los kilómetros 5 y 6.5. Luego vienen un par de curvas entre el 3 y el 5% de inclinación que permitirán recuperar algo de fuerza para lo que serán los 9 kilómetros de ascenso hacia el Páramo de Chingaza, cuya pendiente máxima es de 14.5% de inclinación.
Tras alcanzar el punto máximo de altura (3.600 m/snm), aparecerán unas rocas inmensas y coloradas que nos anuncian la llegada al sector conocido como Piedras Gordas, para más adelante, tras un descenso de casi 2 kilómetros, conectar con el Centro Administrativo del Parque, en donde se controla el ingreso de turistas.
Tenga en cuenta que para realizar la visita a los senderos habilitados es necesario hacer la respectiva reserva con mínimo tres días de anticipación, a través de la página web https://www.parquesnacionales.gov.co/ y que es obligatorio contratar los servicios de un guía turístico o intérprete ambiental avalado por el Parque, bien sea a través de la propia Corporación de Ecoturismo Comunitario Corpochingaza o de operadores externos como Tingua Hidden Journeys, que además ofrece servicios de alquiler de bicicletas.
El tramo de regreso a La Calera supone un trayecto de 25 kilómetros más, sobre un terreno predominantemente en descenso y una única puntilla a la altura del kilómetro 41 que incluye un pequeño repecho del 10% de inclinación.
Al llegar a La Calera, lo justo es una buena comida. Usted elige si lo que quiere es una picada tradicional acompañada de una buena arepa de cuajada en la plaza de mercado; o si prefiere un restaurante campestre que le permita mantenerse en contacto con la naturaleza. En ese caso el Restaurante El Carnero, en el kilómetro 6 vía La Calera – Bogotá, ofrece una variada oferta de cortes para los amantes de la carne, además de diversos postres y muchas más delicias para complementar el almuerzo. Así mismo, el Balcón de Teusacá, en el kilómetro 9 de la misma vía, es una muy buena opción que ofrece desde sopas tradicionales y mariscos, hasta parrillada.
Meta volante:
A tan solo 11 kilómetros de La Calera está el Observatorio de Colibríes, un lugar que le permitirá tener un contacto directo con aves icónicas de Colombia, en especial con los colibríes, y conocer las más de 15 especies que habitan en esta montaña andina. El lugar ofrece también el servicio de hospedaje y está abierto de martes a sábados, entre 9:00 a.m. y 4:00 p.m.
Otro gran destino es el Cerro de la Pita, un lugar a 10 minutos del casco urbano en las veredas la Toma, San José y San Rafael, desde donde se pueden observar el municipio de La Calera y la ciudad de Bogotá, al tiempo que se disfruta de la naturaleza a una altura superior a los 3.000 m/snm Es también uno de los escenarios para la práctica de parapente en el municipio y la oportunidad perfecta para vivir la experiencia de sobrevolar por el hermoso embalse San Rafael y el bello paisaje de la Sabana.