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Ruta de la Gacha
Gachancipá – Cogua – Gachancipá
Nivel de dificultad: ◉◉◎◎◎
Aire puro, tranquilidad y naturaleza son la mejor descripción de este destino al cual se llega desde Bogotá tomando la salida de la Autopista Norte, a la altura del kilómetro 56, en la vía que va hacia Tunja. Es un agradable recorrido que conjuga el imponente transcurrir de las aguas del Río Neusa y de otros tesoros del ecosistema natural, con la hospitalidad y nobleza de su gente.
Este recorrido de 37,7 kilómetros es ideal para ciclistas aficionados que estén empezando o retomando el ritmo. Inicia en el parque principal de Gachancipá, a solo 40 minutos de Bogotá. Allí están el Monumento a la Gacha, que es una vasija de barro que construían los indígenas muiscas para cocer el agua salada hasta solidificarla, en honor a dicha tradición ancestral. Así como la Cruz Doctrinera, un antiguo símbolo del cristianismo español labrado en piedra e instalado antes de la fundación del pueblo alrededor del cual se hacían largas jornadas de evangelización.
Desde allí tomamos la Carrera 5, pasamos por la Casa de la Estación Férrea, ubicada sobre el separador central de la Autopista y recuerdo de la época dorada del Ferrocarril del Nordeste a comienzos del siglo XX; y finalmente tomamos la vía a Jaroma Roses, durante 2,4 kilómetros. Un detalle para tener en cuenta es que una vez se supera el pequeño puente bajo el cual pasa el Río Bogotá, el pavimento desaparece y viene un tramo de cerca de 3 kilómetros de terreno destapado. El único en todo el recorrido.
Este trayecto hace parte también de la denominada “Ruta del colibrí”, diseñada y señalizada por la Región Central – RAPE, y conocida así por el canto y los colores de estas especies que, junto con copetones y toches, acompañan a los pedalistas durante cerca de 60 kilómetros de recorrido, iniciando en La Calera y pasando por Sopó, Tocancipá, Nemocón y finalmente Suesca. Al término de los 2,4 kilómetros se debe tomar la vía a Zipaquirá durante aproximadamente 10 kilómetros. Es un tramo plano sobre una carretera que, aunque angosta, se encuentra en muy buen estado y totalmente pavimentada.
Luego encontraremos el cruce de las vías que Zipaquirá conducen a Nemocón (a la derecha) y a Cogua (a la izquierda). Tomaremos esta última y enfrentaremos los últimos 4 kilómetros de este primer tramo, con una rampa de 4,6% antes de llegar al Parque Principal de Cogua.
A este pueblo lo cobijan el Páramo el Guerrero y la Represa del Neusa, dos bellezas naturales que lo vigilan celosamente. Es un destino ecológico que invita al descanso y al esparcimiento, un lugar frecuentado para la recreación, acampar y practicar deportes acuáticos en las aguas del Embalse del Neusa, ubicado a 15 kilómetros del casco urbano y rodeado de bosques de pino y eucalipto.
La parada a comer de rigor la puede hacer en el Piqueteadero San Martín, ubicado en la CALLE 5 # 3 – 28 en Cogua, fundado hace más de 40 años de experiencia por don Alfonso Pachón, quien empezó vendiendo algunos embutidos los domingos de mercado en la plaza del pueblo. Hoy es doña Carmenza, su hija, la que continúa la tradición familiar que es famosa por la legendaria fritanga que trae lomo, longaniza, costilla, plátano, chicharrón totiado, papa criolla y, por supuesto, la afamada morcilla.
El regreso será por la misma vía a excepción del tramo final, pues ya no tomaremos la variante Tocancipá – Zipaquirá, sino que continuaremos recto hasta la oreja de la vía Bogotá – Tunja, en donde retomaremos la dirección hacia Gachancipá. Serán 20 kilómetros de poca exigencia, con contadísimas pendientes de máximo 4% de inclinación.
Meta volante:
La Gruta de Nuestra Señora de Lourdes, formada por un nicho natural de piedra, es un lugar para el descanso y la meditación en Gachancipá. Por sus costados descienden aguas puras y cristalinas, crecen plantas y flores silvestres, mientras que a su alrededor se teje una maraña de eucaliptos, sauces y pinos. La historia cuenta que entre los años 1948 y 1949, en el sector bajo de la vereda San Bartolomé, se encontraban unos trabajadores sacando lajas para hacer puentes. Uno de ellos encontró una laja con la imagen de Nuestra Señora de Lourdes y poco tiempo después fue trasladada a la casa cural, de donde desapareció. En 1948 se talló un nicho sobre la peña del Cerro de la Cruz, a donde se llega por un camino que conduce a la vereda San Bartolomé, distante más o menos 1km del perímetro urbano.
También puede visitar la Casa Museo Campesino, una casa que tiene más de 200 años de construcción y que conserva intactos utensilios y herramientas tradicionales utilizadas por los antiguos campesinos e indígenas músicas. Además podrá conocer los cultivos de la región y realizar recorridos por hermosos senderos ecológicos.