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Ruta del Zipa y Egan
Zipaquirá - San Jorge - Zipaquirá
Nivel de complejidad: ◉◉◉◎◎
Esta ruta fue el patio de la casa de Efraín Forero Triviño, el ‘Indomable Zipa’, primer gran héroe del ciclismo colombiano. Su gesta empezó en 1950, cuando ni siquiera se sabía si era viable organizar un evento que recorriera el país en bicicleta. Para demostrarlo, se prestó como conejillo de indias y pedaleó los trayectos Bogotá-Honda y Honda-Manizales y no solo comprobó que la aventura se podía hacer, sino que se consagró campeón de la primera Vuelta a Colombia disputada en 1951. Setenta años después, llegó otro adelantado, Egan Arley Bernal Gómez, quien, emulando las hazañas del ‘Zipa’, empezó a forjar sus piernas de campeón en estas carreteras empinadas del corazón de la cordillera central y más adelante se consagró como el primer campeón latinoamericano del Tour de Francia de 2019.
El recorrido contempla una distancia de 25.9 kilómetros. Es ideal para quienes están empezando en el mundo de la ‘bici’ o simplemente quieren tener una experiencia turística alternativa. A estos últimos les recomendamos la Agencia Nativos de Naturaleza, quienes ofrecen hacer esta ruta con acompañamiento y guía durante todo el trazado.
Inicia desde la emblemática estación del tren en la ciudad de Zipaquirá, un legado cultural en la arquitectura ferroviaria del país. Desde ahí nos dirigimos a la Plaza Central de Zipaquirá o también conocida como Plaza de los Comuneros por ser el escenario de las capitulaciones comuneras en 1781. Adornado por casas coloniales y republicanas, este lugar sorprende en cada rincón. Al costado norte se encuentra la Catedral Diocesana que inició su construcción en 1805, en reemplazo de la iglesia doctrinera construida por el corregidor Pedro de Tovar y Buendía. Junto a ella está la Casa de Gobierno, propiedad republicana francesa y, en el extremo sur, el Palacio Municipal, un edificio neoclásico francés con influencia gótica, edificado entre 1927 y 1929.
De la Plaza Central nos conducimos, por la carrera octava, al mural en homenaje a Egan Bernal. Decenas de turistas asisten a diario a este lugar para llevarse una selfie con la imagen del campeón vestido de amarillo. En su mano derecha sostiene un clavel rojo como recuerdo de los tiempos en que su mamá trabajaba entre cultivos de flores, mientras a su lado vuelan un par de mariposas amarillas al estilo Macondo.
Luego de esto saldremos del casco urbano de Zipaquirá. Tomaremos la carrera 15 hasta la glorieta que nos conduce a la Virgen de Guasá y entonces se vendrá la subida al alto de San Jorge. Inmersa en un frondoso bosque, la angosta pero tranquila carretera, nos recibe con un desnivel del 8.1% durante aproximadamente 300 metros. Luego un kilómetro de terreno ondulado que nos permitirá recobrar fuerzas para las rampas del 10 y del 11% de inclinación constante que encontraremos entre los kilómetros 1.5 y 2.8. Y finalmente, el último tramo tiene una pendiente media del 6.5% antes de coronar la cima de este puerto de 3ª categoría.
Una vez estemos allí, encontraremos tiendas, panaderías y asaderos. Oferta para todos los gustos. Recargada la batería, continuaremos el recorrido por una vía destapada que nos conduce al sector conocido como ‘Casa de lata’, donde nos desviaremos para buscar la vía hacia ‘Los Pinos’ y encontraremos un punto de hidratación y revisión de aire y frenos de las bicicletas. Completamos así 16.6 kilómetros de recorrido.
Continuamos por la misma vía para descender aproximadamente 2 kilómetros y llegar nuevamente al puerto inicial. Luego, tomaremos la vía que conduce al sector del ‘Turpial’ y que nos lleva, en descenso leve pero técnico, por la vía antigua a San Jorge, atravesando parte de lo que fue la gran hacienda que le dio el nombre a esta vereda. Árboles erguidos, casas con muros de adobe y un infinito tapete de retazos verde que se extiende por las montañas, enmarcan esta carretera que finalmente nos lleva de regreso a Zipaquirá.
Sugerimos que esta ruta del ‘Zipa’ y de Egan culmine, cómo no, en la Catedral de Sal, un santuario religioso construido en el corazón de una mina de sal subterránea, único en el mundo y patrimonio histórico, cultural y religioso del país. Al interior se encuentra una colección artística, especialmente de esculturas de sal y mármol, entre las que se destacan la Creación del hombre, la Gran Cruz de 16 metros y el altar mayor. Pues Bien, recientemente la Catedral lanzó la ‘Bici-experiencia bajo tierra’, un recorrido en bicicleta de aproximadamente una hora, en el que los bici-usuarios podrán descender a 180 metros bajo tierra. El mismo recorrido lo llevará, al final, al mirador de la Catedral. Entonces entenderá de que se trata el poder de esta tierra.
Meta volante:
No se olviden de pasar por ‘Artensal’, a dos cuadras de la Plaza de la Independencia, donde podrá observar el trabajo del artesano Romi Martínez, que convierte los bloques de sal en piezas de arte y en el souvenir perfecto. Si lo prefiere, usted mismo puede tallar su propia obra.
Visite también la Unidad Deportiva del Barrio San Carlos, en donde nos encontraremos con ‘El Campeón’, la escultura de hierro del artista vallecaucano Jhon Fitzgerald. La obra multidimensional muestra en primera instancia el perfil de Egan escalando una montaña y, luego, en su tercera y cuarta dimensión, pueden verse La Torre Eiffel y el León, símbolos del Tour de Francia; los mineros y su patrona, la Virgen de Guasá, que simboliza la fuerza de la ciudad de sal; y las figuras de Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Esteban Chaves y Efraín “El Zipa” Forero.