Nivel de complejidad: ◉◉◎◎◎

El camino de 29,6 kilómetros inicia en el municipio de Ubaté, en el departamento de Cundinamarca, fortín de la actividad agrícola, pecuaria y especialmente lechera de la región andina. Con una producción cercana a los 70 mil litros diarios y la capacidad de surtir el 30% de la demanda de Bogotá, se le conoce como la capital lechera de Colombia.

Allí, a 95 kilómetros al norte de la capital, los visitantes encontrarán numerosos cultivos de maíz, zanahoria, fresa, mora y durazno, así como un impresionante legado colonial impreso en iglesias y construcciones ancladas en el tiempo. Es un lugar para recorrer con calma y en el entretiempo saborear los más sabrosos productos lácteos.

Para ello, Ubaté cuenta con una amplia oferta de hotelería que va desde hostales con habitaciones compartidas, hasta hoteles cinco estrellas, en los que usted podrá disfrutar de instalaciones cómodas para un descanso placentero en la estadía en el municipio. Los precios por noche son de gama media (Hotel Zaclordy) y alta (Hotel Casa Yunque, que está sobre la vía y ofrece planes en bicicleta a sus visitantes).

El recorrido tiene su punto de partida en el parque principal Los Libertadores, en el centro histórico del municipio. Allí podrá encontrar la Basílica Menor de El Divino Salvador, caracterizada por su arquitectura gótica francesa y su estilo barroco en el interior. Así inicia esta ruta de voluntad y convicción. También puede iniciar la ruta desde la Plaza Ricaurte, donde puede parquear su vehículo, además de contar con una amplia oferta gastronómica.  

Saliendo de Ubaté se encuentra el Convento Franciscano de San Luis, un antiguo claustro que data del año 1924 y que recibió su nombre en honor a San Luis de Tolosa. Hasta allí disfrute un pedaleo sosegado que invita a guardar energías para los repechos que se aproximan. 

A 2,2 kilómetros del convento, encontrará el restaurante La Cabaña, un lugar acogedor para hacer una primera pausa y disfrutar de las delicias de la comida tradicional colombiana.

Poco menos de un kilómetro después, muy cerca del Parque Ecológico El Guacal, iniciará el ascenso con pequeños repechos de 5 y 6% de inclinación. En este punto el cantar de las aves se combina con el del pedaleo, mientras en la ruta la exigencia aumenta de manera escalonada. A la altura del kilómetro 8 de recorrido encontrará el primer tramo de dureza. Cerca de 400 metros con rampas entre el 9 y el 11% de inclinación pondrán a prueba su resistencia y servirán de preámbulo para coronar un pequeño puerto a 2.820 m/snm.

Luego vendrá un descenso de aproximadamente 2 kilómetros, sin embargo, antes de continuar el camino, tiene la opción de visitar la Capilla del Cerro de Chengua, un santuario en honor a la Virgen del Carmen, desde donde hay una gran vista paisajística hacia Carmen de Carupa y sus alrededores. Muy cerca de allí (a seis kilómetros), también podrá visitar el Parque Forestal Embalse del Hato, un lugar perfecto para la práctica del ecoturismo, la pesca deportiva y los deportes acuáticos. Ideal para pasar en familia y recargarse de la energía de la naturaleza. 

Posteriormente, desde el kilómetro 12 hasta llegar a Carmen de Carupa, la pendiente se mantiene. En esta parte del recorrido se destaca la subida del 11% de inclinación, a un kilómetro de llegar al municipio, siendo esta la parte más compleja del trayecto. 

Una vez en Carmen de Carupa, le recomendamos ir por un buen chocolate y una deliciosa almojábana a la panadería y pastelería Peter Pan. Nada caerá mejor que eso en el municipio más alto y frío del departamento. Además, puede ir a conocer las artesanías de lana de oveja en el centro del municipio y aprender sobre el oficio de la tejeduría, heredado de la tradición indígena muisca. 

Otra alternativa, antes de emprender el camino de regreso a Ubaté, es visitar el páramo de Guargua, en el que puede disfrutar la majestuosa vista de la Laguna Verde, un paraje realmente impresionante en el que sobresalen los grandes valles de frailejones y las majestuosas lagunillas que se encuentran unas con otras son todo un espectáculo natural. 

De regreso a Ubaté serán 14,8 kilómetros nuevamente, pero esta vez con menos intensidad y exigencia. La mayor parte del recorrido será descenso así que es importante que revise frenos y si tiene chaqueta rompevientos es hora de ponérsela, seguro lo agradecerá en medio de la bajada. Llegando a Ubaté termina esta ruta, y nada mejor para cerrar que pasarse por el Parque Ricaurte o la Plaza de Mercado Municipal, donde lo esperan el célebre plato de gallina, las picadas y la fritanga que son famosas entre los turistas. O si lo prefiere, puede visitar las tradicionales pastelerías La Marsella, fundada en 1950, y San Antonio, famosa por sus clásicas onces acompañadas del queso de la región. 

Los amantes del mountain bike o de las caminatas naturales, pueden visitar el cerro de La Teta en Ubaté. Las rutas ecológicas más la vista que ofrece el cerro hacen de este lugar un gran atractivo turístico. El precio de la caminata oscila entre $75.000 a $80.000 y tiene una duración de cuatro horas en las que se respira aire puro, se entra en contacto con la naturaleza y se garantiza una vista relajante para escapar de la rutina. 

Finalmente, no olvide pasar por la capilla de Santa Bárbara en el sur del municipio de Ubaté. Templo sagrado de estilo colonial construido en honor a Santa Bárbara, abogada de los truenos. Desde su mirador es posible apreciar la panorámica de la Villa de San Diego de Ubaté con una vista de 360 grados. Postal para enmarcar.